Una barbaridad de 16 millones


Ya lo decía anoche nada más terminar le partido. Cuatro iba a sacar partido de esta clasificación en modo de audiencias ya que la intensidad del partido, la emocion final y sobre todo la tanda de penaltis, congregaron ante Cuatro la cifra más grande y espectacular desde que, hace quince años, se comenzara a medir las audiencias en nuestro país. «Los penaltis del España-Italia en los cuartos de final de la Eurocopa, con desenlace feliz para los nuestros, reunió ayer domingo ante la pantalla a más de 16 millones de espectadores (16.255.000) con el 81.5% de cuota (de 23:10 a 23:20 horas)» Vertele Lo mejor de todo es que el resto del partido fue bestial también, como todo hacía presagiar: «La victoria de la selección española frente a Italia fue seguida en Cuatro por 11.501.000 espectadores con un 68,8% de cuota de pantalla, así mismo, la prórroga reunió a 14.131.000 espectadores y obtuvo un 72,1% de cuota» Formula TV
Por fin, alguien destrona las votaciones de Eurovisión de 2002.

~ por elninodelsur en 23 junio 2008.

9 respuestas to “Una barbaridad de 16 millones”

  1. Horrorosas las retransmisiones de Cuatro. Conectando cada dos por tres con la plaza Colón (¿a quién le interesa?, yo quiero ver el partido), con el cargante Manu Carreño dando por saco con los sanfermines, y cortando la retransmisión 15 segundos tras el final, quitándonos la celebración de la victoria, por meter publicidad.

    Por no hablar del soporífero previo y las insufribles cortinillas (tan faltas de ingenio como sobradas de efectos especiales).

  2. Hola Jimmy
    Le recuerdo que gracias a la publicidad pudo ver usted en abierto el partido. Obviamente hay que saber sacarle rendimiento a las inversiones de los que pagan y esta es la mejor forma por jodidas que nos parezcan a los espectadores. En Digital + no cortaron la celebración. Ya sabe

  3. Ese corte fue inoportuno y despiadado. Me recordó el que hacen a las 00:00:10 del día 1 de enero de cada año.

    El que sea una cadena en abierto no justifica todo.

    Por cierto, no os perdáis los SanFermines en Cuatro.

  4. Vaya, no soy el único:

    http://www.vayatele.com/2008/06/23-cuatro-maltrata-a-la-audiencia

  5. Pero si yo no digo que no tengas derecho a estar indignado. Lo que te confoirmo es que si yo fuera programador de cuatro y tuviera que decidir, probablemente lo haría igual, pesara a quien pesara. Además, es una estrategia que están siguinedo con todos los partidos, no es algo puntual con el de España. Acaba y se van a publi 3 minutos.

  6. Pero es que yo espectador, no programador de Cuatro. 🙂

    Quiero decir que como espectador quiero una televisión de calidad, mi papel es reclamar que no siempre se bajen los pantalones ante los intereses comerciales (por mucho que sea una cadena en abierto).

    Un ejemplo, ¿también habrías retrasado el inicio de «Yo soy Bea» casi una hora, por culpa de la prórroga del partido que daban en Cuatro? Lo dicho, todo un escupitajo en la cara del espectador, al que se le ha perdido el respeto hace mucho.

    Eso sí, luego todo son lloros porque el personal se baja las series de internet en vez de verlas cuando a los señoritos les conviene (hora antes u hora después, qué más da).

  7. La televisión de calidad que pides está en las plataformas de pago, libre de publicidad. Mantener una cadena es harto dificultoso y más a los precios de derechos que existen en la actualidad. La calidad es poder ver un partido en abierto, que cuesta mucho dinero, pero mucho mucho, y hacerlo compatible con la publicidad. Ya me gustaría esa filosofía de bajada de pantalones en nuestras propias vidas, en nuestros trabajos y que fuésemos más consecuentes con lo que le pedimos a la tele. En un hotel quien paga, manda por mucho que la afirmación sea matizable. Por supuesto que no todo vale pero no me parece algo comprensible.
    Con respecto a Yo soy Bea, no lo sabía, pero siempre he sido un defensor de la audiencia ante el fútbol. Me explico. Eso si que me parece un insulto a la audiencia, una bofetada como dices y no lo de Cuatro. Porque tu público se siente engañado y porque aparte del montón de milones que vean el fútbol, en españa se sabe que alrededor de la mitad de la audiencia no lo ve, excepto en casos como el del otro día. Cualquier partido de champoions medio tiene 7 millones y hay 14 millones que no lo ven. Por qué todas se repliegan y retrasan sus programaciones? Te recuerdo que el prime time desde abril ha estado retrasándose paulatinamente y que las series han estado comenzando a las 22:30-22:45 de media. Eso para mí se es insultante.
    Con respecto a los llantos que comentas, creo que quien más se queja son las distribuidoras ya que a las cadenas les viene bastante bien. Se está apreciando un ligero abandono de la televisión en favor de internet, pero de momento, no sé mañana, la tele es la tele.

  8. Para mí en las plataformas de pago hay contenidos de calidad, no necesariamente televisión de calidad.

    ¿Por qué se dice que La 2 hace televisión de calidad si no hay fútbol, ni cine de estreno, ni productos de masas? Porque no tratan a los espectadores como borregos.

    Por eso para mí lo peor de Telecinco no es tanto los contenidos (que al fin y al cabo los ve quien quiere), si no el cachondeo con los horarios, los cambios de contenido sin previo aviso, los tremendos cortes publicitarios sin orden ni concierto, los cebos falsos para que no zapees,… eso es lo que yo entiendo por… ausencia de calidad.

    Para mí que retrasen el prime time a las 22:30 no es insultante (aunque me joda), para mí lo insultante es que anuncien los contenidos a las 22 horas y empiecen de las 22:20 en adelante.

    Mi única esperanza estaba en La Sexta, y con el retraso en el final del «El Intermedio» todo apuntan a que tiran la toalla…

    E insisto, repetir hasta la saciedad que estamos viendo un partido histórico, y cortarnos la celebración de la victoria de los jugadores es una canallada con mayúsculas.

  9. […] TV | Etiquetas: Cuatro, Eurocopa, seleccion |   Esta entrada en realidad empezó a gestarse aquí. De hecho llegué a pensar que era el único que se había escandalizado con el indigno corte […]

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